7 de diciembre de 2010

Objetivo de la pedagogía


El fin del pedagogo/educador social es la mejora de la persona en sus relaciones humanas y tiene que ocuparse en la teoría y en la práctica de que se realice esta mejora.
El proceso de socialización es por el que el individuo se hace miembro de una sociedad determinada y por el que adquiere determinada personalidad. La poderosa influencia social deja margen a la reflexión y decisión personales. La relación entre personalidad y pertenencia a una sociedad es un hecho comprobado. Entendemos socialización en sentido descriptivo y normativo.
La exigencia de formar hombres libres, desarrollados y socializados requiere de una instrucción social pero necesita fomentar en los individuos actitudes y virtudes sociales que les preparen determinados tipos de comportamiento. La Educación Social ha de ser personalizadora y moral. Las normas morales nos prescriben un modo determinado de conducta y los principios morales son una guía para elegir entre modos de conducta
Los educadores han de proponerse hoy iniciar a los individuos, de manera consciente y reflexiva, en la práctica de las virtudes sociales, y ello en el campo general de la sociabilidad, como en los ámbitos ciudadanos y políticos más concretos. La formación cívica y la política están encuadradas dentro de la “educación para la convivencia (cívica)” que en España tiene 2 objetivos: a) Formación de la conciencia moral de los sujetos y b) Formación para la participación.

La educación de los niños

  Educar a los niños es una de las tareas más difícil, de mayor responsabilidad y más satisfactorias con las que un ser humano puede encontrarse. Además, es la labor para la que se recibe menos formación. El conocimiento de cada persona sobre cómo educar a los hijos procede normalmente de su entorno y de la educación recibida a lo largo de su vida.
Esto da lugar a que las experiencias sociales de los padres y del entorno, y el comportamiento y actitud de los mismos, se repitan y pasen a sus hijos ya que los padres son el modelo de conducta con mayor influencia que jamás tendrán los niños. Los padres deben expresar su amor incondicional hacia sus hijos y también es importante que los padres establezcan expectativas razonables para sus hijos y les digan con palabras claras lo que esperan de ellos.
La disciplina es algo casi imprescindible en la educación de los niños. A través de la disciplina el niño aprende que determinados modos de comportamiento son aceptables y otros no.
Otra cosa importante en la educación es la comunicación. Ofrecer explicaciones ayudará a los niños a entender las cosas por ellos mismos. El expresar las emociones y sentimientos, por parte de sus padres, les hará comprender que es algo bueno el que también ellos lo hagan. Si la familia tiene un problema que afecta al niño, involúcrelo en la conversación. Intente, junto con el niño, encontrar posibles soluciones. Déjeles tomar parte en las iniciativas y en las decisiones.
Un niño que experimenta este tipo de comunicación será una persona muy segura de sí misma y aprenderá las reglas de una buena comunicación